Al atardecer
Al atardecer los gorriones vuelven a sus árboles, los cuervos graznan en el páramo y los búhos despiertan de su sueño.
Cuando el sol, cansado, se tumba sobre su costado las luces rojizas cubren el cielo, las nubes se envuelven en llamas y poco a poco el sol se va quedando dormido.
Es entonces cuando la dama de la noche reluce con todo su esplendor, las estrellas cubren el cielo y los murciélagos salen de sus cuevas en busca de comida. Ciegos, vuelan a nuestro alrededor. Hablan pero no les escuchamos.
Mientras dormimos, otros se mueven.
Un día tra otro, el ciclo se repite una y otra vez.
Y nosotros asistimos impasibles, sin hacer nada, sin cambiar nada