Do not resuscitate
Rimas (pocas, a Dios gracias) y leyendas; textículos de pretendido humor; reflexiones; perplejidades. Un ignorante e hiperneurótico
montevideano -a su pesar- se hace el gracioso; piensa en voz alta; despotrica; se queja; putea; defiende el aborto, la eutanasia,
el sucicidio y la anulación de la ley de caducidad; se caga en las tradiciones, la familia y la propiedad; suscribe a los maestros y,
una vez cada muerte de obispo por sida, se inspira y dice alguna cosa medianamente original.